Preguntas de Ensayo

Caracteriza la relación que K. mantiene con su proceso a lo largo de la novela.

El primer contacto que K. tiene con su proceso es al enterarse que está bajo arresto. Esta escena transcurre en su propia habitación, de manera repentina e inesperada. La primera reacción que tiene K. frente a esta noticia es la de respetar a sus vigilantes, pero igualmente se resiste a aceptar la idea de que el arresto tiene un buen fundamento.

Durante el primer interrogatorio, K. adopta una actitud algo soberbia, aunque tranquila, creyendo que su discurso de defensa resultaba persuasivo para la audiencia. Sin conocer la causa de la acusación, K. sostiene que su arresto es un error y apela a la falta de criterio por parte de los funcionarios del tribunal para desenvolverse adecuadamente en el proceso.

Durante el resto de la novela, la narración describe una variedad de intentos por parte de K. para obtener información acerca de cómo defenderse, o bien cómo encauzar favorablemente su proceso. En este sentido, la relación de K. con su proceso degenera desde una actitud entusiasta respecto a su posibilidad de triunfar frente a su acusación, pasando por variados intentos de obtener información y ayuda, hasta finalmente sucumbir voluntariamente a un final trágico del que nunca conocemos su causa.

A tu criterio, ¿cuál es el personaje que más ayuda brinda a K. en su afán de resolver su proceso?

El pintor, Titorelli, parece ser el personaje que muestra mayor grado de influencia respecto del tribunal que acusa a K. Heredó su profesión artística de su padre: realiza retratos y pinturas por encargo para los jueces del tribunal, por lo cual tiene contacto directo con ellos. Esta situación coloca al pintor en una posición de mucho poder, ya que desde niño tiene acceso directo a las sesiones del tribunal y a información secreta, además de que ha entablado amistad con muchos jueces.

Sin embargo, si bien es el personaje que más ayuda a K., dicha ayuda es relativa. Ayuda a K. a comprender el funcionamiento del tribunal, pero esto implica entender y asumir que la absolución real de su proceso será prácticamente imposible. El pintor ofrece a K. dos supuestas soluciones, llamadas “absolución aparente” y “dilación indefinida”, que estarían fácilmente a su alcance.

Al terminar su entrevista con el pintor, K. se encontraba sofocado y desilusionado. Titorelli le aconseja que tarde en tomar una decisión, respecto de cuál opción desea elegir. No obstante, la narración nunca muestra a K. tomando esa decisión, sino que en el siguiente capítulo despide a su abogado para hacerse cargo él mismo de escribir su propio alegato de defensa -tarea titánica que podemos suponer que jamás concluyó-.

Haz una caracterización del personaje de Josef K. ¿Cómo es su carácter? ¿Cómo es su desempeño en el ámbito laboral? ¿Cuál es su edad? ¿Qué otras características están presentes?

Durante el transcurso de la historia, Josef K. pasa del momento en que cumple 30 años a la noche anterior a cumplir 31. Se presenta como un hombre entusiasta, inteligente y carismático. Tiene una impronta práctica y resolutiva. También es amable y respetuoso con sus vecinos, los inquilinos de la señora Grubach, vivienda en la cual él también vive.

Es una persona con muchos miramientos. Este aspecto, muchas veces lleva a K. a sentir una culpa infundada respecto de sus acciones y/u omisiones.

En su trabajo cumple la función de procurador de un banco en el centro de una ciudad. Este trabajo es de una jerarquía considerable, y K. es respetado tanto por sus empleados como por sus superiores —director y vicedirector—, por desempeñarse muy satisfactoriamente en su puesto.

Otras características pueden ser su tenacidad al momento de defenderse, es decir que presenta una buena capacidad de esgrimir argumentos a su favor y elaborar argumentos en contra del tribunal que lo acusa.

En otro orden, es presentado como un hombre atractivo para algunas mujeres: su vecina, la señorita Brüstner; la mujer del ujier, antes del interrogatorio; y la enfermera del abogado, Leni.

A tu criterio, ¿qué significado tiene la historia que el sacerdote cuenta a K. en el capítulo “En la catedral”?

El sacerdote cuenta a K. una historia de gran valor que versa sobre la introducción a la Ley. Decide contársela a propósito de que K. había sentido que el sacerdote lo trataba muy amablemente y se interesaba por él, pero que, no obstante, lo dejaba irse de la catedral sin ningún tipo de remordimiento ni reparo, como si no le importase.

La historia trata de un hombre que llega a la puerta de entrada a la Ley. Cuidando esta puerta se encuentra un guardián que trabaja para la Ley, y que le impide pasar, le dice que es posible que lo deje entrar, “pero ahora no”. El guardián lo trata muy amablemente al hombre, hasta le da un banquito para que se siente a esperar a que llegue el momento en que sí lo deje entrar.

Finalmente, luego de muchos años de espera, el hombre está muriéndose frente a la puerta, y pregunta al guardián por qué nadie más que él quiso ingresar por esa puerta durante todos esos años. A lo que el guardián responde: “Aquí nadie más que tú podía entrar, esta entrada solo era para ti. Ahora voy y la cierro”.

Uno de los significados que puede interpretarse a partir de esta historia es que si la puerta era solo para ese hombre, pero el guardián nunca lo dejó pasar, entonces hay algo que el hombre podía hacer para ingresar. La posibilidad de ingresar estaba permitida por la Ley, según el mismo guardián manifestó; solo que no era el momento indicado cuando el hombre estaba recién llegado.

¿Qué podía hacer el hombre para concretar su posibilidad de ingresar? Esto es algo que no aparece detallado en la historia. Uno puede suponer que el hombre debía realizar un salto de fe, abandonando su temple pasivo y temeroso frente al guardián, e imponiendo y reivindicando, de alguna manera, su derecho a atravesar la puerta. Con este cambio de actitud, uno podría sospechar que el guardián lo hubiese dejado pasar con gusto.

Esto puede llevarnos a reflexionar que la Ley, además de prescribir derechos y obligaciones para los individuos, también impone limitaciones del orden subjetivo del temor y la culpa.

¿Cuál es la actitud que muestra K. en la situación descrita en el capítulo final, “El fin”? ¿Cómo explicarías dicha actitud?

La noche anterior a cumplir los 31 años, K. recibe la visita de dos señores vestidos de “larga levita, pálidos y gordos, con sombreros de copa que parecían adheridos a sus cabezas”. La actitud de K. frente a esta situación es de un reconocimiento y aceptación totales. Es decir, no solo sucede que K. no se sorprende de la llegada de estos hombres a su habitación, sino que los estaba esperando con tranquilidad. En la narración no aparece la causa por la cual K. sabe de sus llegadas.

K. mantiene su carácter altanero y pensando, “A viejos y descalificados comediantes envían por mí […] Tratan de acabar conmigo al precio más bajo”, les comenta con sarcasmo a los señores: “¿En qué teatro actúan?”.

K. no ofrece resistencia en ningún momento; más bien, todo lo contrario: él decide salir de la casa y bajar a la calle. A partir de ese momento, el trabajo de los señores está encaminado: K. abre el camino sin resistencia, incluso llega a mostrar convicción y entusiasmo por la situación: K. no solo se entrega, sino que toma la delantera y camina más rápido que sus verdugos. Al pasar por un puente que da a unos bancos donde él solía sentarse, siente nostalgia.

Al llegar al lugar destinado para su ejecución, K. espera con mesura las indicaciones de los señores. Una vez obtenidas, las respeta sin resistencia. En el instante de su muerte, aún se pregunta si hay alguna posibilidad de salvar su proceso.

La explicación de esta actitud entregada y práctica por parte de K. frente a la hora de su muerte no aparece narrada. Cabe pensar que esta actitud aparentemente entusiasta de K. es, en realidad, expeditiva, en el sentido de que oculta una resignación y un cansancio al que le quiere poner fin a cualquier costo. Es como si el proceso hubiera absorbido toda la energía, toda la vida de K., toda su razón también, y ahora este cree que la única salida del calvario es acabar como el proceso indica que corresponde: con la ejecución del acusado.