La historia se desarrolla en el siglo XIX y explora el conflicto entre la sexualidad y la religión en la sociedad francesa. Como pionero del naturalismo, Zola incorpora personajes que son controlados por su entorno mientras luchan por sobrevivir. Examina el empoderamiento sexual de la protagonista femenina, al tiempo que hace un comentario social sobre los roles de género y la sensualidad. Se centra en la dualidad de la protagonista, ya que explota a los hombres de su vida tanto como ellos la explotan a ella.
La protagonista, Nana, nace en la pobreza y se ve obligada a trabajar como prostituta para salir de ella. Aunque carece de talento, se apoya en su atractivo físico para atraer la atención de los hombres. Nana trabaja en el teatro como atracción principal, lo que atrae a hordas de hombres que la desean y la quieren. Se transforma en una prostituta de lujo manipulando a los hombres con sexo y explotando su generosidad. Con el tiempo se convierte en una mujer de éxito, ya que gana dinero con las relaciones sexuales. El autor explora el peligro de la sexualidad femenina al revelar las ansias destructivas de hombres y mujeres. Las tentaciones llevan a los hombres poderosos y santos a su perdición, incluido el Conde Muffat, que es un hombre religioso.
Aunque Nana explota a los hombres, también es víctima de males sociales como la pobreza, la depravación y el patriarcado. Es capaz de amar a pesar de su profesión, de ahí que quiera enamorarse de alguno de los hombres de su vida. Sin embargo, renuncia al lujo de tener una familia perfecta para perseguir la riqueza y la prosperidad. Procedente de un entorno pobre, no tiene más remedio que recurrir a la venta de su cuerpo, ya que las mujeres tienen menos opciones de trabajo. Así, utiliza su sexualidad para ganar dinero, pero a su vez, es abusada, explotada y dañada por la sociedad patriarcal.