Scarlett O’Hara a los 16 años (imagen visual)
“Sentada con Stuart y Brent Tarleton a la fresca sombra del porche de Tara, la plantación de su padre, aquella mañana de abril de 1861, la joven ofrecía una imagen linda y atrayente. Su vestido nuevo de floreado organdí verde extendía como un oleaje sus doce varas de tela sobre los aros del miriñaque y armonizaba perfectamente con las chinelas de tafilete verde que su padre le había traído poco antes de Atlanta. El vestido se ajustaba maravillosamente a su talle, el más esbelto de los tres condados, y el ceñido corsé mostraba un busto muy bien desarrollado para sus dieciséis años”.
Cuando comienza la novela, nos encontramos con una joven protagonista. A sus 16 años, Scarlett es una jovencita aparentemente delicada y de gestos muy suaves y tranquilos. En esta imagen la observamos sentada con un vestido verde en el frente de Tara, la hacienda de su padre. Aún no podemos prefigurar la mujer fuerte y decidida en que se convertirá esta joven muchacha con el correr de los años.
Comienzo de la Guerra Civil (imagen olfativa, auditiva y visual)
“Era irreal —ridículamente irreal— que aquel dulce cielo azul de las mañanas pudiese ser profanado por los humos de los cañones que se cernían sobre la ciudad como bajas nubes de tormenta; que los cálidos mediodías, llenos del penetrante aroma de las profusas madreselvas y de las flores de trepadora, se desgarrasen con el horror de los proyectiles estallando en las calles, crujiendo con un fragor apocalíptico, lanzando a centenares de metros de distancia cascos de hierro que despedazaban hombres y animales”.
Esta imagen es muy interesante, puesto que coloca en escena el absurdo de la guerra a través de la idea de la profanación de la naturaleza y de la calma de la cotidianeidad.
De alguna manera, el rico aroma a las plantas y flores del lugar se verán mancillados por las explosiones de los cañones, por la violencia y la matanza que en este momento está comenzando a extenderse por la zona.
Estruendo de la guerra (imagen auditiva)
“Las tranquilas, plácidas siestas de la tarde no existían, porque, aun cuando hubiese períodos de calma en medio del estruendo de la lucha, la calle Peachtree hervía de constantes ruidos, debido al estrépito de cañones y ambulancias, a los gritos de los tambaleantes heridos que llegaban de las trincheras, al cruzar de los regimientos que, a paso redoblado, se dirigían, presurosos, de un punto de las trincheras de la ciudad a otras fortificaciones más combatidas; a los emisarios que corrían, calle abajo, hacia el Cuartel General, presurosos como si exclusivamente de ellos dependiera el destino de la Confederación”.
En múltiples ocasiones, los ruidos de la guerra se describen en esta novela. Es tan constante y definitorio el telón de fondo de la Guerra Civil que se hace presente a través de todos los sentidos.
En esta ocasión, prácticamente podemos escuchar todos esos ruidos que aterrorizan constantemente a los habitantes y comprender cómo el estado de incertidumbre con que viven a diario se traslada al estado anímico de todos ellos.
Descripción de Rhett (imagen visual)
“Cuando sus miradas se encontraron, él sonrió mostrando una dentadura blanca como la de un animal bajo el bigote negro y cortado. Era moreno, y tan bronceado y de ojos tan ardientes y negros como los de un pirata apresando un galeón para saquearlo o raptar a una doncella. Su rostro era frío e indiferente; su boca tenía un gesto cínico mientras sonreía, y Scarlett contuvo la respiración. Notaba que aquella mirada era insultante y se indignaba consigo misma al no sentirse insultada”.
Como contracara de la supuesta dignidad de la sociedad, Rhett Butler aparece como un ser algo oscuro y misterioso. Ante Scarlett, esto genera una gran fascinación. Ambos se miran y sienten mutua atracción, por lo que su vínculo comenzará casi inmediatamente.
A partir de esta relación amorosa, podemos conocer aún más el carácter de Scarlett, la protagonista principal. Hay cierta tendencia suya a lo no establecido, a lo no tradicional, y esto se refleja en su interés por este Capitán que la narradora compara con una suerte de animal.
