Altavoz o Narrador, y Punto de Vista
La mayoría de los poemas están desarrollados a través de la voz de un yo lírico en primera persona. Hay algunos que están en tercera persona del singular, y otros en primera persona del plural.
Forma y Medidor
Gran parte de los poemas son sonetos, aunque hay otros dodecasílabos (de doce sílabas). Si bien en algunos poemas se rompe la métrica, en todos se mantiene la rima.
Metáforas y Símiles
"y porque ya no puedo arrojar a las llamas/ como una carta de amor, a este monstruo desmirriado" ("Bendición", p. 11) - Símil y Metáfora
En estos dos versos encontramos un símil y una metáfora. La voz que habla es la madre del Poeta y, por supuesto, está hablando de su hijo, al que le gustaría arrojar a las llamas como si fuera una carta de amor. El símil se establece a través del "como" entre tirar una carta de amor a las llamas y matar a su hijo. Ahora bien, su hijo es nombrado a través de la metáfora "monstruo desmirriado". La característica que convierte al hijo en un monstruo, desde la óptica de la madre, es su oficio de poeta. El término "desmirriado" remite a la cualidad física del hijo que, en varios poemas, se describe a sí mismo como flaco y enfermizo.
"En cuanto los ponen sobre las planchadas/ estos reyes del cielo, torpes y vergonzosos/ dejan caer lastimosamente sus grandes alas blancas/ como remos que se arrastran a sus costados" ("El albatros", p. 17) - Metáfora y símil
En esta estrofa, la figura de los albatros (que en la totalidad del poema representan metafóricamente al poeta) es descrita a través de una metáfora: "reyes del cielo". La característica por la que se ganan ese mote es que son aves nobles y poderosas. Sin embargo, aquí la metáfora está utilizada para generar una contraposición con lo que les sucede cuando no están en el cielo sino en la embarcación (recordemos que son los marineros quienes, para divertirse, capturan un albatros de vez en cuando). Apenas estas aves majestuosas pisan las planchadas de la embarcación, pierden toda su nobleza. Para demostrar esa pérdida, el yo lírico utiliza el símil que compara a sus grandes alas blancas con remos que se arrastran.
Aliteración y Asonancia
N/A
Irony
N/A
Genero
Poesía
Ajuste
Aunque no todos los poemas están situados en un lugar específico, los que sí lo están pueden ubicarse en París, a mitad del siglo XIX. La sección llamada "Cuadros parisinos" es, por supuesto, la más específica en cuanto a ubicación espacial.
Tone
Provocativo, exaltado, pesimista.
Protagonista y Antagonista
El protagonista es el yo lírico, mientras que, como antagonista, se puede pensar al Spleen, el Hastío.
Conflicto Principal
El gran conflicto del yo lírico es poder alcanzar el Ideal elevándose por sobre las miserias y las tentaciones de la vida ordinaria.
Climax
N/A
Presagio
N/A
Atenuación
N/A
Alusiones
El poema "Don Juan en los Infiernos" hace alusión al personaje ficcional de Don Juan y su historia: allí aparece no solamente Don Juan, sino también Sganarelle, su criado; Don Luis, su padre; y Elvira, su esposa.
En el poema "Los faros" hay alusiones a distintos pintores de la historia que el yo lírico admira.
También en "El ideal" se hace alusión a Lady Macbeth, personaje de Shakespeare, como un ideal del amor; a Esquilo como gran poeta trágico; y a Miguel Ángel.
Metonimia y Sinecdoque
"productos podridos, nacidos de un siglo canalla" ("El ideal", p. 47) - Metonimia
Aquí la metonimia consiste en afirmar que las mujeres de la vida cotidiana (a quienes llama metafóricamente "productos podridos") nacieron de un siglo canalla. En realidad, esas nacieron en un siglo canalla, no de él. A través de esta metonimia, el yo lírico le adjudica al siglo la culpa de que las mujeres contemporáneas a él no tengan una gran belleza. El siglo las engendró así, de manera inevitable.
"voy a encender los ojos de tu embelesada mujer" ("El alma del vino", p. 279) - Sinécdoque
La sinécdoque aquí está en que el alma del vino (la voz que habla en este poema) afirma que encenderá "los ojos" de la mujer. Al nombrar solamente una parte del cuerpo, en realidad, se está refiriendo a la totalidad de la mujer. Es decir, va a encender su cuerpo de pasión. Recordemos que la sinécdoque consiste en nombrar a una parte por la totalidad.
Personificación
En "El alma del vino", la voz narradora de la mayor parte del poema es, precisamente, el alma del vino. Es decir, al vino se lo personifica otorgándole un alma, y esa alma, a la vez, es personificada, obteniendo la capacidad de hablar.
Por su parte, en "Remordimiento póstumo", se personifica la tumba de la amada, que tiene la facultad humana de hablar; varios de los versos nacen de su voz.
Hyperbole
"(...) que contiene más muertos que una fosa común" ("Spleen", p. 185)
Este verso hace referencia al cerebro del yo lírico, quien afirma tener tantos recuerdos del pasado como muertos hay en una fosa común. En la exageración desmedida se encuentra la hipérbole.
Onomatopoeia
N/A