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¿Cómo se transforma Mary a lo largo de la novela?
Mary experimenta una profunda transformación, tanto interna como externa, a lo largo de la narración de El jardín secreto. Su mudanza de India a Inglaterra es el nivel más superficial de ese cambio. En términos más profundos, deja de ser una niña amargada, caprichosa y solitaria para convertirse en una muchacha alegre, sana, valiente y rodeada de amigos. Esta transformación se produce en sintonía con la naturaleza. Mary se relaciona cada vez más con plantas y animales, sobre todo en el maravilloso jardín secreto que encuentra en la hacienda de su tío, Misselthwaite Manor. En los capítulos finales de la obra, el narrador explica que los entornos agradables son ventajosos para la salud física y mental, y la historia de transformación de Mary es un ejemplo de ello.
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¿Cómo se manifiesta la desigualdad de clases sociales en El jardín secreto?
La desigualdad de clases es un tema muy marcado en la novela. Mary pertenece a una familia rica, y durante su vida en India está rodeada de sirvientes. La niña trata muy mal a esos trabajadores, incluso a los que se encargan de cuidarla. Luego, cuando se muda a Yorkshire, también hay una marcada diferencia entre las clases sociales de los personajes que la rodean. El tío y el primo de Mary son dueños de una enorme hacienda con una lujosa mansión, y su situación económica contrasta con las de sus empleados. A través de la figura de Martha, Mary va ganando conciencia y empatía respecto a la realidad de los más pobres. La muchacha explica que sus hermanos siempre tienen hambre y que su madre debe hacer enormes esfuerzos. Al principio, la protagonista es indiferente e insensible ante esta cuestión, pero hacia el final de la historia empieza a sentir empatía. Así, por ejemplo, sabe que no puede abusar de la generosidad de Susan Sowerby, que le envía panes y leche, porque la mujer tiene poco dinero para alimentar a sus propios hijos.
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¿Qué simbolizan las rosas en la novela?
Las rosas tienen un importante valor simbólico en El jardín secreto. Desde el principio, Mary se muestra muy interesada en los rosales y, al entrar al jardín secreto, tiene muchas ganas de recuperarlos. Luego, nos enteramos de que las rosas eran las flores favoritas de Lillias Craven. Estas flores simbolizan la permanencia del espíritu de esta mujer en el jardín, aun después de su muerte. Esto puede verse en el hecho de que, si bien al principio los rosales parecen resecos por fuera, por dentro siguen verdes y vitales. Con un poco de cuidado, los chicos logran revivirlos y crecen tanto que envuelven el árbol muerto donde falleció la madre de Colin. Hacia el final de la novela, el niño también planta un pequeño rosal en el jardín, reforzando el valor simbólico de estas flores en relación con su madre.
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En varias oportunidades Colin es comparado con un rajá indio. ¿Por qué?
Tanto Mary como la propia voz narradora comparan burlonamente a Colin con un rajá, es decir, un rey o príncipe de la India. Esto se debe a que, según la perspectiva europea, estos soberanos indios viven rodeados de lujos extremos y tienen una actitud despótica hacia los demás, en especial hacia los sirvientes. Cuando la protagonista descubre la existencia de su primo, este es autoritario y malcriado, ya que ha sido criado con todos los lujos y sin límites. De a poco, Mary irá quebrando las actitudes y los hábitos de su primo para acompañarlo a transformarse en un niño más sano, amable y alegre, tal como le ha ocurrido a ella misma. De hecho, cuando lo compara con un rajá, lo ayuda a tomar conciencia de sus actitudes equivocadas para después cambiarlas.
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¿Por qué podemos afirmar que la enfermedad es un tema central de El jardín secreto?
La enfermedad es central en esta narración. Esto puede verse desde el comienzo de la novela, ya que la muerte trágica de los padres y de la niñera de Mary se da en medio de un brote de cólera. Además, se expresa que durante sus primeros años de vida, la protagonista tiene mal aspecto porque siempre está enferma. En segundo lugar, este tema se plasma con especial fuerza en la historia de Colin. El niño crece convencido de que tiene muchas enfermedades, y por eso vive encerrado en su habitación y no sale de la cama. Paradójicamente, es justamente eso lo que lo lleva a ser un chico enfermizo: no se alimenta bien, no ejercita sus músculos, y no juega ni interactúa con nadie más que sus cuidadores, a quienes maltrata. La enfermedad, así, aparece directamente ligada a todos los valores negativos que rodean las vidas de Mary y Colin al comienzo de la narración. En sintonía, a medida que ambos se transforman en niños más alegres y afectuosos, también pasan a estar más sanos.